Increíble el trato humano y la atención que recibimos en Caserio Iruaritz. Desde el momento en que llegamos, nos esperaban en la puerta y estuvieron pendientes de nuestras necesidades en todo momento. El caserío es una auténtica maravilla, con una decoración cuidada al detalle y muebles antiguos que le dan un toque de lujo. Los desayunos caseros son espectaculares, abundantes y de gran calidad. Además, la ubicación del hotel en un paraje natural es simplemente preciosa. Sin duda, recomendamos este hotel a todos los que estén planificando un viaje por la zona.

La hora del check-in podría ser un poco más temprana, aunque entendemos que se puede adaptar. También hemos encontrado algunos motivos religiosos en la habitación que podrían no ser de agrado para todos.

Se respira una gran tranquilidad y paz en todo el entorno.

La puerta del baño de la habitación no se mantenia cerrada.

Excelente hotel rural bien situado, con buena atención del personal. Trato amable y cordial, en un buen ambiente para el relax y el descanso. Desayunos y comidas recomendables.

El personal excelente y amable, nos ayudaron a organizar nuestra visita a un lugar cercano.

Nada de verdad.

Panadería artesanal deliciosa. Habitación con vistas idílicas. Atención personalizada inmejorable. Detalles cuidados hasta el último

No hay nada malo que decir.

Mi estancia en Caserío Iruaritz fue simplemente maravillosa. El lugar es precioso, con una arquitectura típica de la zona y una decoración encantadora. El ambiente es tranquilo y perfecto para relajarse. El personal, encabezado por Francisco y Tania, fue extremadamente atento y amable, siempre dispuestos a ayudar y brindar recomendaciones sobre excursiones y lugares para visitar en la zona. El desayuno fue delicioso, con comida casera abundante. La ubicación del caserío es ideal para explorar el valle de Ayala y disfrutar de agradables paseos por los hermosos paisajes naturales. Sin duda, recomendaría Caserío Iruaritz como un lugar perfecto para escapar de las prisas y disfrutar de una estancia encantadora en el País Vasco. recomendaría este hotel sin dudarlo.

Increíble desayuno casero y excelente atención del personal encargado. Bañera amplia y vistas panorámicas en la habitación. Lugar ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Paseos por paisajes maravillosos.

Mi llegada al Caserío Iruaritz fue simplemente maravillosa. Al bajarme del coche, me envolvió el delicioso aroma a leña quemada y supe que había llegado a un lugar especial. Al entrar, fui recibido por una cálida temperatura y una chimenea encendida, lo que me hizo sentir como en casa. La decoración típica vasca y el ambiente tranquilo hicieron que mi estancia fuera perfecta. La habitación con vista al valle era impecable y silenciosa, lo que me permitió descansar profundamente. Además, el desayuno era excelente y abundante. Definitivamente, recomendaría el Caserío Iruaritz a todos.

La casa es preciosa y el entorno también. Recomendable para perderte y relajarte. Trato del personal muy agradable. El almuerzo muy rico y equilibrado, con productos de calidad. Decoración interior y exterior muy acertada y con mucho gusto.

Fue maravilloso, no tuve ningún inconveniente.

Me encantó mi reciente estancia en Caserio Iruaritz en Amurrio. La atención personal fue excepcional y las habitaciones estaban impecables. El entorno tranquilo y el desayuno delicioso. Volveré seguro. recomendaría este hotel.

Nuestra estancia en Caserio Iruaritz fue simplemente maravillosa. El entorno era precioso y la decoración del caserío era de gusto exquisito. El trato de Francisco fue increíble, siempre amable y profesional. El almuerzo fue delicioso, con productos de calidad. Sin duda, repetiremos en este lugar que nos hizo sentir como en casa.

Nos encantó el ambiente tranquilo y rural de este lugar. El entorno era precioso y nos permitió desconectar de todo el bullicio de la ciudad. Además, el trato del personal fue excelente, siempre amables y dispuestos a ayudar. También nos gustó mucho la decoración tanto interior como exterior del lugar, se nota que está hecho con buen gusto. Por otro lado, la ubicación era perfecta, ya que desde allí pudimos visitar Vitoria, Bilbao y el salto del Nervión, lo cual fue muy conveniente.

El lugar es precioso y relajante. El trato del personal es excelente, muy personal y atento.El caserío está muy bien cuidado y decorado con buen gusto.El desayuno y la cena son deliciosos, con productos caseros.

Nada, todo fue genial.

el trato del personal y la atención excepcional, las instalaciones y el entorno son maravillosos. Sin duda volveremos y lo recomendamos a todos.

Falta un restaurante en el lugar.

El entorno es hermoso, rodeado de naturaleza. El caserío está decorado con buen gusto y cuidado. El desayuno es abundante y de buena calidad. El personal es atento y se preocupa por las necesidades de los huéspedes. El lugar es perfecto para relajarse y desconectar de la rutina diaria.